La vida podría ser como uno de esos tickets del Corte Inglés que por detrás pone “consérvese este ticket. Es necesario para cualquier comprobación, cambio o devolución”. Desgraciadamente cuando a uno no le gusta lo que le toca vivir no puede presentarse ante un cajero de una oficina divina y pedirle que le haga una tarjeta de abono canjeable en cualquier departamento de nuestra existencia.
En estos casos lo mejor que podemos hacer es sonreír aunque todo parezca que sale mal, a fin de cuentas si hemos trabajado y nos hemos esforzado tampoco podemos hacer mucho más.
En estos casos lo mejor que podemos hacer es sonreír aunque todo parezca que sale mal, a fin de cuentas si hemos trabajado y nos hemos esforzado tampoco podemos hacer mucho más.
Ayer mientras intentaba dormir en una cama insultantemente enorme me di cuenta que aunque no tenga un ticket que me permita devoluciones si que tengo la posibilidad de seguir comprando mientras el crédito de la vida siga operativo. Espero no pasar el límite y que me retengan la tarjeta.
Informe corto sobre Polonia: el General de la gran sonrisa ha sido tomado por Polonia, tropas desconcertadas. Siga sonriendo por favor.
2 comentarios:
Cuando vayas a saltar un precipicio, nunca mires hacia abajo, sólo al frente.
No importa la altura que haya hasta el suelo, ni lo jodidamente aterrador que hay debajo de tus pies, sólo lo que está enfrente de tus ojos. Eso míralo bien.
Gracias por tu comentario. Sí, lo mejor es no mirar hacia abajo. Espero que tu tambien encuentres tu camino en la vida si es que aún no lo has hecho.
Gracias y saludos.
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