Como un sueño en mitad de la noche apareció él y yo, paralizado y con el corazón encogido, lo vi, me abrió su alma y pude ver su sufrimiento. Nunca antes había soportado tanto dolor como cuando él me contaba sus pensamientos uno a uno y mis sentimientos luchaban por salir hasta que al final, armado de valor pude buscar una forma de escapar a esa situación insostenible.
Puede que cada día estemos más lejos, es posible que mis sueños, que mis sentimientos se apaguen y transformen en algo que no quiero pero hoy mientras me consumo en mi amor perdido aún anhelo poder tocar su cara con mis dedos y sentir que su alma está aquí unida con la mía en un abrazo de amor eterno.
viernes, 12 de enero de 2007
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