Dentro de mí hay una voz que me dice que nada se acaba y que todo empieza. Una pequeña voz me que dice que mantenga la esperanza por muy remota que parezca. Pero esta voz también me impide empezar nada porque todo acaba, como un susurro, en un montón de ilusiones muertas.
Hoy he decidido que no escucharé más esta voz, que la desterraré de mi vida, que le diré adiós para siempre, si es que puedo hacerlo. La guardaré en un rincón de mis recuerdos por si acaso alguien quiere un día volver a darle vida. Ahora ya no está en mis manos que esta voz vuelva a atar mi conciencia, es algo que dejo a quien hizo que esta voz llegara a mi interior y me asiera con fuerza y que ahora hace que se marche y no sepa si tal vez algún día vuelva.
sábado, 13 de enero de 2007
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