Llego a casa y enciendo mi portátil y para mi sorpresa no funciona, pero si lo acaban de arreglar..... Me quedan dos horas ir al trabajo y tardaré una en ir y volver del servicio técnico de nuevo. Me arriesgo, y para tardar menos decido que tal vez el viejo autobús que tanto visité tiempo atrás me ahorrará tiempo para llegar.
Estoy impaciente porque el tiempo corre pero me alivio al ver la parada que me dejará mucho más cerca de mi destino. Me levanto del asiento, me preparo para bajar y entonces oigo una voz desde la zona del conductor que dice: lo siento, esta parada está anulada. Ni se imaginan lo que se me pasó en ese momento por la cabeza....
Después de correr por las calles, charlar con el informático y un intento fallido de parar a un taxi tengo mi portátil en casa y con él estoy dispuesto a volver a la carga para relatarles mi vida sin tapujos.
viernes, 26 de enero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario