lunes, 23 de abril de 2007

Mi fe y tus espinas

¿Son mis heridas las tuyas?

¿Mis pensamientos son tus ilusiones?

Las horas se han hecho eternas mientras espero que tus silencios se rompan en pedazos.

Conozco los caminos por los cuales transitan los sueños y son tortuosos.

Se filtran las ideas entre líneas desesperadas y nada puedo hacer salvo orar mientras espero.

Cuanto más se elevan mis oraciones más temor tengo y más esperanza me sostiene.

Si me olvidase de todo sería culpable y si no me olvido aunque culpable se que hago lo correcto.

Es mi fe pequeña como un grano de mostaza pero es suficiente como para saber que cada vez que mis dedos se entrelazan y mi cabeza se inclina cuando mis ojos se cierran tus heridas son las mías y mis ilusiones vuelan lejos.

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