Cuando dejamos atrás muchas cosas de nuestra vida no podemos evitar sentir cierto tipo de nostalgia. Un deseo natural de conservación de lo que tenemos suele ser el elemento que nos impide seguir adelante. No obstante esta necesidad de avanzar y continuar con el camino de la vida es necesaria.
Comienzo hoy un nuevo caminar, dejando atrás viejos caminos y empezando, quien sabe nuevos. Me despido no sin nostalgia de aquellas personas que transitaron conmigo aquellas antiguas sendas y saludo a los nuevos caminantes. Ante todo me siento libre de ataduras y cargas y siendo yo mismo aprenderé de mis errores pasados. A quienes me injuriaron o levantaron causas contra mi perdono, a aquellos cuya dureza les movió a despreciarme también perdono y compadezco. Y sobre todo y ante todo doy gracias a Dios quien siempre dirige los caminos.
Se acabaron los lamentos, finalizó el llanto porque como le ocurrió al Rey David, una vez muerto su hijo y cumplida la sentencia, ya nada hay que llorar. Sigamos adelante.
1 comentario:
Cuando uno pretende iniciar una nueva vida, intenta olvidar los malos momentos del pasado y solamente recordar los placenteros aunque no siempre lo consigue. Sabe que, de vez en cuando, aún sin quererlo, todo regresa de una u otra forma.
En mi nueva vida queda un hueco para aquellas personas que significaron algo para mi, que en cierto modo me ayudaron a creer en mi y que ahora ya no tengo a mi lado. Ellos saben que a pesar de no estar conmigo, forman parte de aquel pasado que yo nunca olvidaré.
Mi nueva vida, mi pretendida nueva vida ...
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