Seguimos buscando, incansablemente, porque siempre acabamos encontrando algo de lo que buscamos. A veces tras mucho esperar, otras veces inesperadamente pero siempre aparece. En ocasiones buscamos pero lo disimulamos, en otras escondemos lo que buscamos y en la mayoría la busqueda se hace con desesperación. Y la paz y el gozo llegan cuando lo que se daba por perdido vuelve a aparecer (tal vez para volver a desaparecer después).
Cuando aparece muchas veces es diferente a como fue, y cuando lo vislumbramos en la lejanía puede parecer que escapa de nosotros. Ciertamente no sabemos si lo que se busca se deja encontrar o se pierde en innumerables rincones ocultos. Pero a fin de cuentas lo que importa es saber que se busca, el resto vendrá por añadidura.
… pero ya no estaba allí. Se había marchado, y tras su voz se fue mi alma… (Shir Hashirim 5:6)
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