miércoles, 21 de febrero de 2007

Soledad

A veces uno se siente muy solo en sus pensamientos y valores. Rodeado de un mundo hostil al que debes hacer frente cada día y del que de vez en cuando recibes duros reproches. No es fácil enfrentarse algunas veces solo a las adversidades, los peligros o las dificultades de la vida. Si bien es cierto que tenemos a Aquel que siempre está con nosotros cuando invocamos su Nombre para ayudarnos o darnos su consuelo (y a nuestras amistades); en muchos momentos desearíamos otro hombro sobre el que reposar y con quien compartir el peso de las adversidades. Encontrar a alguien que nos ayude a llevar las cargas diarias, y a la vez ayudarle a llevar sus cargas también, no es nada fácil pero puede que llegue un día y si no llega confiaremos en Quien es más sabio que nosotros y daremos su Juicio por bueno.

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