jueves, 15 de febrero de 2007
Mañana
Los días de ilusiones y de búsqueda acabaron. Llegaron en un momento de confusión, y de la mano del cansancio y el desconcierto, se van, furtivamente, dejando dudas medio resueltas y preguntas en el aire. Mañana vuelvo a sumirme en meses de tranquila existencia, sin sobresaltos, puros y cristalinos grises días me esperan mientras me olvido de mis sueños y pasiones. En unos días puede que ya no me acuerde de nada, que todo lo que he vivido desaparezca entre nebulosos recuerdos cálidos, y viva felizmente ignorando aquello que me gustaría tener o los pequeños recuerdos que atesoro de unos días extraños de un más extraño todavía mes de febrero. Pero la vida sigue implacable, sin memoria del pasado y queriendo borrar el presente, camino de un futuro incierto. Mañana digo adiós a todo un mundo onírico, a pensamientos cursis en tardes aburridas y a mañanas de sol radiante que invitan al paseo sosegado acompañado de memorias simuladas. Mañana me gustaría que fuese diferente, que fuese como yo quisiese, que el mañana lo escribiese yo con mis manos y mi corazón y que así fuese eternamente; pero el mañana, mi mañana, será otro, será como volver atrás y todo volverá a ser como antes de estos días extraños y de este aún más extraño mes de febrero.
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