viernes, 20 de junio de 2008

Velocidad

A mi marido

La vida transcurre rápida, feroz, irreflexiva.
La vida se come el reloj, los sueños, a si misma.
La vida no se detiene, inexorable, fría y ardiente.
La vida se apaga siendo vida y se enciende cuando muere, se rompe cuando se arregla y se arregla cuando se rompe.
La vida nos grita, nos llama, nos despierta.
Vivimos mientras la vida duerme y morimos cuando despierta.
Yo vivo y tú vives, porque Él vive. Vivimos siendo una vida, porque morimos para la vida. Yo soy tu vida y tú vives por mi vida.
Mi vida es tu vida, y vivimos los dos porque Él vivió para salvar nuestra vida.

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