lunes, 30 de abril de 2007

La escalera de Iaacov



A veces pienso que la vida no deja de ser como ascender una escalera con mucha pendiente. Cada peldaño supone un reto, una prueba, y a la vez creemos que es el final de nuestro camino pero; uno tras otro nos conducen hacia el final, hacía la meta, a conocernos a nosotros mismos y a llegar a conocer a Quien nos creó. Muchas veces esta escalera nos da miedo pero hay que recordar que como en el sueño de Iaacov, a veces por esta misma escalera descienden verdades reveladoras que nos dan luz. No hay que tener miedo a subir.

domingo, 29 de abril de 2007

Tardes de primavera

Anochece una tarde fría de primavera mientras la suave brisa se lleva las palabras y arrastra reminiscencias de un pasado inexistente.



Reflejos

Reflejos de plata y muerte que nacen del pasado,

Trocitos afilados de memorias mentirosas,

De olores dulces que saben amargos,

Lágrimas que nacen de la lluvia,

Y se pierden en la solitaria tierra seca.

sábado, 28 de abril de 2007

La leyenda del hombre y el árbol

Cuenta la leyenda que un hombre se sentó bajo un árbol a meditar sobre su vida y haciéndolo se quedó dormido. Soñó con que cada deseo se hacía realidad. Cuando despertó y vio que todo había sido un sueño pensó que había perdido el tiempo porque mientras soñaba había perdido la oportunidad de intentar lograr sus sueños.

Tiempo después este hombre se sentó con un viejo amigo bajo el mismo árbol y hablaron sobre diversas cosas de la vida. El amigo le preguntó si había logrado alcanzar sus sueños y el hombre sólo pudo decir que no pero; añadió que lo había intentado. El viejo y sabio amigo le dijo que era afortunado. Nuestro hombre no entendió el porqué y está fue la respuesta del amigo: "Habiendo intentado conseguirlo nunca podrás sentir que no intentaste lograrlo. Así que tu alma no se turbe, duerme tranquilo, tu conciencia se levante puesto que todo lo que en tus manos estuvo hiciste y nada malo cometiste puesto que sólo hacer lo que creíste el bien perseguiste". A esto añadió nuestro hombre: "en todo tiempo busqué lo que creí justo y lo que no obtuve lamento pero mi conciencia está tranquila por cuanto en mi no se halló mentira".


Y bajo las ramas de aquel gran árbol la vida continuó para nuestros dos personajes.

viernes, 27 de abril de 2007

Adelante!

Cuando dejamos atrás muchas cosas de nuestra vida no podemos evitar sentir cierto tipo de nostalgia. Un deseo natural de conservación de lo que tenemos suele ser el elemento que nos impide seguir adelante. No obstante esta necesidad de avanzar y continuar con el camino de la vida es necesaria.

Comienzo hoy un nuevo caminar, dejando atrás viejos caminos y empezando, quien sabe nuevos. Me despido no sin nostalgia de aquellas personas que transitaron conmigo aquellas antiguas sendas y saludo a los nuevos caminantes. Ante todo me siento libre de ataduras y cargas y siendo yo mismo aprenderé de mis errores pasados. A quienes me injuriaron o levantaron causas contra mi perdono, a aquellos cuya dureza les movió a despreciarme también perdono y compadezco. Y sobre todo y ante todo doy gracias a Dios quien siempre dirige los caminos.

Se acabaron los lamentos, finalizó el llanto porque como le ocurrió al Rey David, una vez muerto su hijo y cumplida la sentencia, ya nada hay que llorar. Sigamos adelante.

jueves, 26 de abril de 2007

Adiós, es desaparecer, adiós, es morir un poco.

Hoy muero un poco, hoy desaparezco pero mañana renazco, revivo, empiezo de nuevo. Bendito seas Señor porque Tú no me haces desaparecer, Tú no me borras de tu memoria. Tú me amas, Tú me perdonas, Tú me abrazas con Tu misericordia.

Bendito seas Señor Jesucristo porque a pesar de que deberías odiarme desde hace tiempo, desde que nací pecador, me diste Tu amor infinito que nunca se acaba.

A Ti Señor dedico este post, a Ti mi Dios me humillo, ante Ti mi Señor me arrodillo y pongo a Tus pies mi causa y pido clemencia y perdón y yo se que Tu me lo das y no giras Tu cara.

Bendito seas por los Siglos de los Siglos.

Tránsitos

No soy yo si no la sombra de mi alma la que camina entre calles estrechas.

No son mis ojos los que miran al cielo en busca de una respuesta, son los ojos de la amargura.

No es el tiempo lo que mide la distancia entre los días, es la eternidad vacía.

No es el sueño lo que me da paz, porque la paz me fue robada.

No son mis manos las que suplican esperanzas, son las esperanzas las que se aferran a mis manos.

No somos nosotros los que nos cruzamos, porque en algún lugar nosotros nos perdimos.

Es mi calma la serenidad de aquel que perdió todo y ya no espera nada.

Son mis pies los que caminan sobre los cristales rotos del deseo.

Es mi esperanza la que herida se arrastra.

Son las palabras las que brotan de las llagas del espíritu.

Es el final que ladra a lo lejos aterrando a los sueños.

Son nuestras vidas las que se agitan desesperadas caminando hacia adelante.

Soy yo quien espera fingiendo templanza.

Soy yo quien derramó su alama hasta casi perderla.

miércoles, 25 de abril de 2007

Gris

Mientras cae la noche vuelven las quimeras y la pálida luz de la luna de abril esconde nuestros desperfectos, todo se vuelve gris, pálido, uniforme y se suavizan las ideas, como la dura madera es pulida por manos expertas.

martes, 24 de abril de 2007

Attenersi

Le dolci rime d'amor ch'i' solia

cercar ne' miei pensieri,

convien ch'io lasci; non perch'io non speri

ad esse ritornare […]

E poi che tempo mi par' d'aspettare,

diporrò giù lo mio soave stile,

ch'i' ho tenuto nel trattar d'amore


 

(Canción tercera, Convivio, Dante Alighieri)

lunes, 23 de abril de 2007

Bethel

Dando vueltas por la ciudad, sin rumbo, sin sueños, sin poder volver a donde quiero. Maldije a la luna, a la sonrisa de la gente feliz, a las fuentes, a los semáforos, a mi amargura y al paso del tiempo. Quiero decir tantas cosas, quiero tener fuerzas para poder decirte la verdad, lo que siento y a cada cosa que digo hago que aumente la distancia que nos separa. A cada día que pasa y por cada palabra que escribo noto que desaparezco, que me desvanezco, que me vuelvo maldito. Pero es hora de detener el sol, los relojes, el tiempo y ser valiente, consecuente, maduro y afrontar el premio final o el castigo. No hay marcha atrás, estoy frente a frente con mis fantasmas, solo, con mi alma desnuda. No tengo nada más, aquí me encuentro dispuesto a confesar y asumir las consecuencias sintiéndome frustrado, estúpido, feliz, esperanzado, rendido, cansado y por encima de todo con el alma agotada.

Mi fe y tus espinas

¿Son mis heridas las tuyas?

¿Mis pensamientos son tus ilusiones?

Las horas se han hecho eternas mientras espero que tus silencios se rompan en pedazos.

Conozco los caminos por los cuales transitan los sueños y son tortuosos.

Se filtran las ideas entre líneas desesperadas y nada puedo hacer salvo orar mientras espero.

Cuanto más se elevan mis oraciones más temor tengo y más esperanza me sostiene.

Si me olvidase de todo sería culpable y si no me olvido aunque culpable se que hago lo correcto.

Es mi fe pequeña como un grano de mostaza pero es suficiente como para saber que cada vez que mis dedos se entrelazan y mi cabeza se inclina cuando mis ojos se cierran tus heridas son las mías y mis ilusiones vuelan lejos.

domingo, 22 de abril de 2007

Confesiones de un viajero

En tu silencio mueren mis palabras para volver a nacer con tu silencio.

En nuestros pensamientos nadan las esperanzas y se ahogan en las ausencias.

En mis palabras nacen tus silencios para morir en mis palabras.

En las ausencias se ahogan los pesares que nadaban en nuestros pensamientos.

En mitad de la noche como hojas marchitas caen los sueños cuando dormimos.


 

 

Días de filosofía y espera

Fue una tarde de filosofía, reflexiones y confesiones de humanidad entre edificios milenarios y campanas de culpabilidad. Entre todo aquello salió mi historia y mi destierro y las lágrimas se escondieron bajo la apariencia de la filosofía trascendental y la psicología freudiana. Cuando me despedí de mi confidente una sensación de amargura general invadía el ambiente. Me fui a casa, meditando, desesperanzado y con ganas de sincerarme pero no sé si un día podré hacerlo.

sábado, 21 de abril de 2007

Ascendí muchas montañas, pero ninguna como esta

He afrontado muchas cosas en mi vida, sufrido duras derrotas, alcanzado éxitos maravillosos, disfrutado de momentos felices, sumido en tristezas desgarradas. Todo esto he vivido hasta hoy. Cuando creía que ya nada sería capaz de doblegarme llegó algo inesperado que racionalmente se que debería añadir a mi lista de cosas irrealizables o esconderlo en el cajón de los sueños increíbles. Pero sencillamente no puedo, soy incapaz de dejar de pensar en las cuerdas, el equilibrio, los poemas, las palabras, las ideas, los libros, las canciones, las horas, los minutos… y sobre todo esto el silencio, una horrible sensación de impotencia que me impide hablar y que me hace sentir estúpido. Quizás, pensé el otro día mientras intentaba conciliar el sueño, si hablase podría seguir caminando, pero tal vez es mentira o es verdad o no lo sé. Y así poco a poco han ido pasando los días dejando un rastro de amargura contenida que como una ligera anestesia duerme mis sentidos. Puede que mañana despierte, puede que mañana duerma o puede que mañana sea hoy o que el mañana desaparezca emborrachado por la rutina embustera. Pero si algo es cierto y no puedo negar es que tan sólo unas palabras serían capaces de sanarme. Me gustaría poder hablar al viento, y que me llegasen esas palabras, en lugar de esperar en este desierto eterno notando la soledad que respiro en el ambiente y que me asfixia.

viernes, 20 de abril de 2007

Intermitencias

Sueño, cansancio, esperanza, tristeza, frustración, espera, milagro, calma, desazón, ilusión… sueño, cansancio, esperanza, tristeza, frustración, espera…

jueves, 19 de abril de 2007

Equilibrios

El miedo se comió las palabras con tal voracidad que casi no me quedaron sílabas para formar cuatro frases. Me llené de confusión mientras la ansiedad jugaba a columpiarse en los minutos del reloj. Cuando me quise dar cuenta era tiempo de marcharme, con más desconcierto y desasosiego que con el que empecé.

Pero, qué decir, qué hacer, qué pensar, cuando eres incapaz de coordinar dos frases juntas, cuando hasta los niños pequeños se sienten más seguros que uno mismo. No puedo controlarme, me es imposible pensar con claridad porque sigo preso, inconsciente y dulcemente atado por cuerdas invisibles. He perdido la noción de la realidad, no recuerdo si fui atado o yo mismo me até autoengañándome, pero la cuestión es que se a que estoy atado fuerte.

Las luces se apagaron pero yo seguí despierto, soñando, a caballo de un área de ópera de Verdi. Incapaz de pensar con claridad me sentí muy extraño y no recuerdo cuando me dormí pero si lo que soñé. Y ha sido precisamente eso lo que esta mañana ha hecho que me despierte pensando que pese a todo, mi carga es dulce y aunque jamás obtenga recompensa merece la pena llevarla. Porque no es una carga, es un dulce sueño, una cuerda floja a la que estoy atado y sobre la que hago equilibrios para no caer al abismo pero que, sea verdad o producto de mis sueños, se a que está sujeta.

Recuerdo las pocas palabras que se dijeron pero que me arrancaron una débil confesión y de nuevo me siento confuso. No sigamos más y que impere el silencio mientras que yo me deslizo por mi cuerda floja imaginaria que tu sostienes.

miércoles, 18 de abril de 2007

Proverbio

Cuando todo me da la espalda y los días no son más que un puñado de minutos arrancados de la tierra yerma que se llama tristeza; mi consuelo es el de Job y mis palabras para ti Señor.

 

lunes, 16 de abril de 2007

Poema del naufrago

Hay tantas cosas que no entiendo, tantas y tantas cosas que no comprendo. La vida va demasiado rápida para que pueda llegar a asimilar la mitad de cosas que ocurren. La dinámica de la existencia me arrastra imparablemente y me impide detenerme a analizar nada. Pero aún así ojalá pudiese saber, conocer, entender. Pero cambiaría todo mi conocimiento, mi entendimiento, todo, por poder saber algo muy simple que no entiendo.

Una lucha eterna y que merma mis sentidos mantengo con el silencio, con la contención, soportando la promesa tácita que escribí con letras de fuego de no romper la normalidad. Pero a veces me gustaría poder desgarrar esta cortina de educación (que otros llamarían hipocresía) y saber, conocer, entender.

Ojalá estas confusas líneas diesen conocimiento, abriesen las mentes y los corazones. Pero me temo que acabarán muriendo en el olvido, tarde o temprano, pero aún así yo sigo queriendo saber, conocer, entender.

Desde fuera, lejos de donde debería estar, queriéndome quejar de mi castigo y a la vez rendido a mi verdugo, el cual es también mi causa, me siento confuso, perdido, aturdido y desorientado pero soñando con saber, conocer y entender.

Maldito sea el silencio que tengo por respuesta y bendito sea también porque tú eres quien me turba y me das la paz. Aborrezco esta normalidad falsa que son las aguas cristalinas donde veo tu reflejo pero a la vez sé que si las agito perderé, tal vez por siempre, lo que en ellas veo.

Acaben mis pensamientos, hiérame el sueño con punzón certero y duerma arropado por algún sueño. Olvidemos estas palabras, olvídese todo, destruyamos los pensamientos, construyamos muros de normalidad que secretamente desearé derribar porque deseo saber, conocer y entender.

La tarde dorada

Caminando solo bajo una primavera que renace mientras veo sangrar mis heridas. Al final del camino no hay nadie que espere, ninguna sonrisa amable, ni una palabra de complicidad.

Una señora descalza sobre un banco se deja abrazar por unos amables rayos de sol; mientras mis pasos son rápidos porque deseo llegar pronto a ninguna parte.

Lo había hipotecado todo a un sueño, a un motivo, pero el motivo aquí era menos que un hecho: una idea; menos que una idea: una mera intuición. Y como hiciere el caballero de Nueva Inglaterra que primero pensó esas palabras, no tuve más remedio que dejar aquel lugar bajo la dorada sombra protectora del sol de primavera.

Cuando doblé la esquina pude bajar mi cabeza y mi semblante se volvió sombrío, ya no había que fingir alegría para no romper aquella bucólica tarde de paseo. Allí me detuve y vi aquel solar escavado, como una gran herida en la ciudad, y sentí compasión cuando me recordó a mí mismo.

Faltaba muy poco para llegar. Subí las escaleras y abrí la puerta y entonces fue cuando, de nuevo, el silencio se apoderó de mi espíritu y la imagen del solar cercano se hizo más presente. No sabía qué hacer, qué pensar, así que me puse a escribir estas líneas. Pensé en mi destierro y todo empezó a resquebrajarse y hacerse pedazos sobre mi cabeza.


 

domingo, 15 de abril de 2007

La sentencia

Y la sentencia fue el destierro. Salir de aquel lugar para no volver más a verlo. Sin palabras, ni explicaciones. El silencio lo invadió todo mientras giré mi vista atrás y no pude hacer nada más.

sábado, 14 de abril de 2007

Los caminos del silencio

Siento todas las cosas mal hechas que hice en el pasado. Lamento todo aquello con lo que pude herir o hacer sentir incómodo a alguien. Me arrepiento de todo lo que cause desasosiego o daño. Estas palabras recorren mi corazón una y otra vez en las noches vacías de mi existencia.

Las injusticias pueden asediarme, la tristeza devorar mis pequeños sueños pero aún así mis labios permanecerán cerrados, mi boca no se abrirá, mudo quedaré ante todo lo que me ocurre. Mi silencio me acompaña y arrastra mis penas hasta el mar del olvido. La calma viene, la paz se abre camino y se aposenta en la habitación silenciosa, en mi mente contenida, en mi corazón contrito mientras mis labios rompen el silencio con un suave "amen".

miércoles, 11 de abril de 2007

Más que vencedores

Cuando Pablo, dirigiéndose a una de las primeras comunidades cristianas, escribe la frase que arriba podemos leer como título, lo hace refiriéndose a aquellos que mediante la fe depositada en el Mesías son portadores de una buena nueva: La Vida eterna.

Porque aquello que el hombre no podía lograr por sus propios esfuerzos fue lo que el Señor Jesús logró un día y es en lo que nosotros podemos sentirnos más que vencedores.

Acaba aquí mi pequeño, modesto e incluso ridículo homenaje a esta fiesta de Pascua que acabamos de pasar y me reintegro a la normalidad de mi blog.

Es posible que a estas alturas ya nadie lea este post pero a quien desee hacerlo tan sólo quiero darle las gracias.

martes, 10 de abril de 2007

Interrupción

El tiempo pasa lentamente mientras yo he perdido la noción de la esperanza. Estoy sumido en una rutina anestesiante que me permite no sentir. Mis sueños se disuelven en el anhelo de que el tiempo se detenga o que transcurra aceleradamente. Ojalá Tu pudieses detener el tiempo, para que mis ilusiones se hubiesen cumplido, como lo hiciste aquel día en Gabaon. Pero a pesar de todo mientras no se haya consumido todo el tiempo mantendré la esperanza que yace moribunda entre palabras casi olvidadas.


 

(P.S.: En el próximo post acabaré la serie de reflexiones dedicadas a la Pascua)

lunes, 2 de abril de 2007

La Pascua

Desde los tiempos que el Señor libertó a los Israelitas del yugo de Egipto, y por orden del propio Dios (Éxodo capítulo 12 y 13), se celebra año tras año la Pascua (conocida como Pesaj). Esta festividad, que empieza este mismo martes, intenta transmitirnos la idea de que el ser humano vive como esclavo (de sus imperfecciones, defectos, faltas, etc, etc) y que es necesario para alcanzar una humanidad completa y libre escapar de esta situación de esclavitud. Evidentemente por nuestros propios esfuerzos esta libertad, este lograr ser un ser humano pleno, es inalcanzable porque tarde o temprano nuestros defectos y faltas acaban dominándonos. Como en los tiempos de Moshe Rabenu es necesario que sea el propio Dios quien nos saque de esa esclavitud de la imperfección y el mal y nos haga ser libres bajo una ley, unas normas, de libertad y santidad. Éste es el significado de la Pascua y este también es la idea que Dios quiso transmitirnos para prepararnos para un hecho muy importante: La consumación de la Pascua perfecta que realizó Jesús el Mesías. Pero de esto hablaremos en el próximo artículo.


 

domingo, 1 de abril de 2007

“Semana santa”

Esta semana empezamos la celebración más importante del año: la Pascua. Fecha en la cual recordamos la importancia de la Salvación y la limpieza de nuestras almas de la vieja levadura. A partir de mañana, salvo que se presenten circunstancias extraordinarias, nos centraremos en esta importante celebración, en al menos dos artículos, y dejaremos el resto de las preocupaciones de la vida de lado. Recordemos por tanto que nuestra vida depende de alguien que dio su Vida para salvarnos de la esclavitud.

Los israelitas partieron de Ramsés, en dirección a Sucot. Sin contar a las mujeres y a los niños, eran unos seiscientos mil hombres de a pie. Con ellos salió también gente de toda laya, y grandes manadas de ganado, tanto de ovejas como de vacas. Con la masa que sacaron de Egipto cocieron panes sin levadura, pues la masa aún no había fermentado. Como los echaron de Egipto, no tuvieron tiempo de preparar comida. Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años. Precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todos los escuadrones del Señor salieron de Egipto. Aquella noche el Señor la pasó en vela para sacar de Egipto a los israelitas. Por eso también las generaciones futuras de israelitas deben pasar esa noche en vela, en honor del Señor. (Éxodo 12:37-42)

¿No se dan cuenta de que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad. (1ª Corintios 5: 6-8)

Búsqueda

Seguimos buscando, incansablemente, porque siempre acabamos encontrando algo de lo que buscamos. A veces tras mucho esperar, otras veces inesperadamente pero siempre aparece. En ocasiones buscamos pero lo disimulamos, en otras escondemos lo que buscamos y en la mayoría la busqueda se hace con desesperación. Y la paz y el gozo llegan cuando lo que se daba por perdido vuelve a aparecer (tal vez para volver a desaparecer después).

Cuando aparece muchas veces es diferente a como fue, y cuando lo vislumbramos en la lejanía puede parecer que escapa de nosotros. Ciertamente no sabemos si lo que se busca se deja encontrar o se pierde en innumerables rincones ocultos. Pero a fin de cuentas lo que importa es saber que se busca, el resto vendrá por añadidura.

… pero ya no estaba allí. Se había marchado, y tras su voz se fue mi alma… (Shir Hashirim 5:6)