
En recónditos muros escribieron tu nombre y en lugares que no conoces fuiste visto. En eternas horas muertas cincelaron tu rostro con trozos de poemas arrancados de libros que nunca leíste. A causa de tu nombre se levantaron palacios hechos de palabras que a ti se ocultaron y dedicaron canciones sin que jamás llegases a saberlo.
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