martes, 15 de mayo de 2007

Fata morgana

Mirando atrás y viendo las cosas que quedaron por el camino aún permanecen recuerdos de personas que se perdieron. Aunque en mi mente se van difuminando hasta convertirse casi en sueños, en realidades que nunca existieron. Todo fue, tal vez, un espejismo, un reflejo en aire a pesar de que pareció tan vivo. Estos recuerdos del viejo poeta desaparecen como el recuerdo de las canciones que volaron para volverse inmortales y permanecer, como quimeras petrificadas, en un recodo del subconsciente, hechas vivas por una voz que casi ni recuerdo. Todo fue, tal vez, un espejismo, un reflejo en el aire.

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