De vez en cuando el ser humano debe hacer ejercicios de reflexión. Sentarse en medio del bullicio de su existencia y reflexionar sobre todo lo que le rodea. Es un buen ejercicio para no sentirse engullido por la sociedad, tragado por ese monstruo infame que nada en la corriente del siglo. Es algo que sinceramente propongo a nuestros lectores. Y nada mejor que un pequeño texto para meditar. Aquí lo tenéis.
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